Mujeres que transforman el territorio: emprendimiento e innovación en el medio rural

Cada 19 de noviembre, con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, es necesario poner el foco en todas aquellas mujeres que están impulsando proyectos transformadores en el medio rural. Su contribución va mucho más allá de la actividad económica: generan empleo, fortalecen la cohesión territorial, mejoran la resiliencia socioeconómica y promueven modelos de desarrollo sostenibles y con futuro. 

Desde el ámbito de la acción social, apoyar a estas iniciativas se ha convertido en una prioridad. La colaboración entre entidades, instituciones y agentes locales es clave para que el emprendimiento femenino siga arraigando en los pueblos y continúe siendo motor de innovación. 

En este contexto, recientemente tuvo lugar el encuentro “Mujeres que transforman el territorio”, organizado por AMPEA en Salinas de Añana. El evento reunió a mujeres con trayectorias diversas, unidas por un mismo compromiso: impulsar proyectos que enriquecen el entorno rural y abren nuevas oportunidades. 

La mesa de diálogo estuvo integrada por: 

• Maider Unda, deportista olímpica y emprendedora rural, responsable de la quesería familiar Atxeta Gazta en Olaeta.
• Arantza Ortiz, presidenta de APIAL y propietaria de la sala de extracción de miel de Uritasolo.
• Nerea Garayo, ingeniera de montes y socia de Aialur S.L., empresa especializada en desarrollo y gestión del medio rural.
• Beatriz Pascual, chef y responsable del restaurante Almazen en Salinas de Añana. 

Sus testimonios pusieron en valor la capacidad de las mujeres para liderar proyectos vinculados a la tierra, la alimentación, el paisaje y la gestión de recursos, demostrando que el emprendimiento rural femenino no solo es posible, sino imprescindible para el equilibrio del territorio. 

El encuentro contó también con la participación de Nerea Melgosa, Consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno Vasco, quien destacó la importancia de impulsar políticas y apoyos que respondan a las necesidades reales del medio rural y fomenten la igualdad de oportunidades. 

Las experiencias compartidas reflejan un mensaje claro: cuando se apoya a las mujeres emprendedoras, se impulsa al mismo tiempo un desarrollo más justo, sostenible y arraigado al territorio. La acción social tiene un papel fundamental en este proceso, acompañando, visibilizando y reforzando iniciativas que contribuyen al futuro de nuestros pueblos.