Medioambiente

Agricultores y extinción de incendios en Navarra: una medida que impulsa la acción social

Navarra propone compensar a agricultores que colaboren en la extinción de incendios. Una iniciativa que fortalece la solidaridad rural, protege el territorio y reconoce el valor social del campo.

La reciente noticia de que el Gobierno de Navarra planea compensar a los agricultores que colaboren con maquinaria en la extinción de incendios forestales supone mucho más que un reconocimiento económico. Representa una apuesta valiosa por la solidaridad, la responsabilidad colectiva y la dignificación del mundo rural. 

Comunidad y agricultura al servicio del territorio 

Durante este año 2025, Navarra ha vivido una temporada de incendios especialmente dura. En la campaña de verano se han registrado numerosos incendios forestales y agrícolas que han puesto en evidencia la vulnerabilidad del territorio frente al fuego. Ante este escenario, muchas de las primeras respuestas provinieron de quienes trabajan la tierra: agricultores que, con sus propios medios, se incorporaron a los operativos de extinción. 

La posibilidad de compensar estas colaboraciones no debe verse solo como una ayuda económica, sino como una herramienta para reconocer un acto esencial de cuidado comunitario. Aquellos que ponen su maquinaria, su tiempo y su esfuerzo al servicio de todos merecen un respaldo estructural y no únicamente aplausos puntuales. 

Esta medida es un paso hacia la dignificación de un sector que no solo alimenta, sino que protege. Compensar los gastos generados por el uso de la maquinaria en situaciones de emergencia —combustible, desgaste, logística— supone reconocer que el agricultor también es guardián del territorio. Su labor no se limita a la producción; tiene una dimensión ambiental y comunitaria que durante décadas ha quedado en segundo plano. 

Valorar esta contribución desde una perspectiva social es clave para construir un relato rural que recoja la complejidad de quienes viven y trabajan en el campo. El medio rural no es únicamente un espacio productivo, sino un tejido vivo que sostiene recursos esenciales para la sociedad. 

El plan contempla la coordinación con la Unión de Cooperativas Agrarias de Navarra para establecer protocolos claros de colaboración, seguridad y movilización de recursos. Esta estructura de cooperación muestra que la gestión de emergencias no es solo responsabilidad de servicios profesionales, sino un esfuerzo que puede y debe involucrar a quienes habitan el territorio. 

La futura creación de un nuevo equipo de prevención integral reforzará esta línea de trabajo, centrada no solo en responder al fuego, sino en prevenirlo, anticiparlo y neutralizarlo antes de que sea demasiado tarde. La prevención, la formación y el reconocimiento serán pilares determinantes para que esta medida evolucione hacia un modelo sostenible. Retos y oportunidades para un futuro más justo Convertir la iniciativa en una política efectiva implica garantizar condiciones de seguridad para los agricultores participantes, asegurar que las compensaciones sean justas y promover una cultura de corresponsabilidad. Sin embargo, también abre oportunidades claras: fortalecer la cohesión social, reforzar la prevención, reconocer el valor estratégico del mundo rural y avanzar hacia una estructura de colaboración real entre ciudadanía, entorno y administración.