Cuenta Divisa

Las cuentas “ordinarias” que estamos acostumbrados a usar son cuentas en Euros, por lo que podemos recibir euros en ellas. Sin embargo, las cuentas en divisas permiten disponer dinero en la divisa seleccionada. Si dispones de una cuenta en dólares, podrás tener dólares, de la misma manera si dispones de una cuenta en libras, podrás tener libras.

En el caso de que hayas contratado una cuenta en divisa tienes que tener claro que tanto los ingresos como los traspasos los tendremos que hacer exclusivamente en la moneda en la que se ha aperturado la cuenta.

En el caso de que hagamos movimientos en otra divisa diferente estos se convertirán al tipo de cambio vigente en el momento de llevarse a cabo la transacción.

Los principales interesados en tener una cuenta divisa son aquellos que hacen un uso intensivo de esta divisa. Por ejemplo, si un particular viaja mucho a Estados Unidos, o si cierta empresa es asidua a realizar pedidos de cierto volumen, les podría interesar disponer de una cuenta en dólares. En ambos casos podremos hacer cobros y pagos sin preocuparnos del tipo de cambio vigente en cada momento.

Si tenemos una cuenta en divisas tendremos que tener en cuenta ciertos riesgos. En el caso de querer convertir estos dólares a euros habrá que tener cuidado con el tipo de cambio, ya que tendrá lugar una diferencia. Dicho de otro modo, si el euro sube de valor frente al dólar y sacamos dinero de ese activo para transformarlo en euros tendremos una pérdida. Esto funciona en los dos sentidos, tanto en la pérdida como en la posibilidad de ganancia.